Los nutricionistas no siempre están de acuerdo con las últimas tendencias en materia de alimentación sana y dietas (pues a menudo advierten de que las llamadas ‘dietas milagro’ suelen prometer más de lo que pueden cumplir), pero hay una corriente relativamente nueva -o que al menos está alcanzando ahora mucha popularidad- que parece haber obtenido el beneplácito general: comer por colores. No se trata en esta ocasión de hacer una dieta restrictiva que no invite a cambiar de hábitos, sino que es más bien una forma sencilla de aprender qué nutrientes nos aporta cada alimento según a qué gama cromática pertenecen y, de paso, hacer que nuestro plato sea no solo variado en cuestión de frutas y verduras, sino también más apetecible.
Aunque pueda parecer un juego de niños, la licenciada Adriana Castro, nutricionista dietista en su propia consulta y miembro de Top Doctors, confirma que “al momento de elegir un menú, en la mayoría de los casos, las personas suelen optar por comer un plato que resulte atractivo a la vista, en lugar de uno que sea monocromático. Por lo tanto, los colores pueden condicionar nuestra percepción al momento de la comida”. Eso sí, la especialista añade que el olfato también es un componente muy importante a la hora de hacer apetecible una receta, pues “puede transportar diferentes sensaciones según el gusto de cada persona”.
Pero como decíamos al principio, no es solamente una cuestión visual, sino que los alimentos de un mismo color -hablamos del caso de las frutas, verduras, legumbres u hortalizas-, suelen aportar los mismos beneficios al cuerpo, por lo que esta calificación por tonalidades puede ayudarnos a saber qué propiedades están presentes en nuestro plato y cuáles faltan, sin necesidad de sabernos de memoria las bondades de cada ingrediente. De esta forma, y aunque existen otras gamas cromáticas a tener en cuenta, Adriana Castro desgrana las más importantes:
Naranja. “Responden a una función antioxidante por contener betacarotenos, además de vitamina A, la cual interviene en el sistema de la visión y, en concreto, en la retina”, dice sobre el grupo al que pertenecen alimentos como la zanahoria o la calabaza, que también destacan, por esa función antioxidante, por ser de los preferidos para cuidar de la piel.
Violeta. “Al contener antocianinas, además de ser las responsables de brindar el color violeta, también tienen función antioxidante, como sucede con las berenjenas o las uvas”, indica.
Blanco. “En el caso de la coliflor, por ejemplo, si bien carece de pigmento, su contenido en polifenoles lo hace importante por su aporte en antioxidantes”.
Verde. “Deben su color a su contenido en clorofila, además de contener ácido fólico, importante en la etapa del embarazo”, explica sobre la categoría a la que pertenecen alimentos como las acelgas, los guisantes o los espárragos y judías verdes.
Para llevar a cabo un plato variado y lleno de color, la nutricionista incide en la importancia de “elegir alimentos de proximidad principalmente, que estén disponibles en verdulerías y fruterías y que sean de temporada”. Teniendo esto en cuenta, señala que el mejor momento del día para poner en práctica un plato colorido es en las comidas principales, que es cuando podremos incluir más fácilmente distintos ingredientes. A esto suma la importancia de “tratar de ir cambiando los menús de un día a otro, pues hace que la persona aporte variedad de nutrientes y no sea aburrido comer”.
Recordemos que no se trata de incluir todos los colores en todos nuestros platos, pero sí de ayudarnos de ellos para saber qué nutrientes estamos consumiendo más y cuáles nos falta por incorporar a lo largo de la semana, potenciando la creación de menús más equilibrados. Asimismo, la especialista apunta que “el porcentaje de colores en el plato va a depender de lo que sea bueno consumir para la persona”, por lo que aconseja consultar previamente con un nutricionista que “a través de un Plan Alimentario personalizado, indica y sugiere los alimentos más convenientes para su consumo, según el estado de salud y diagnóstico médico de cada persona. No todo es para todos”, advierte.
Tampoco debemos olvidar que este sistema de comer por colores nos ayudará a aportar variedad a las frutas, verduras, hortalizas y legumbres que consumimos, pero para llevar una alimentación realmente variada, la nutricionista recuerda que es importante comer ‘de todo’, lo cual se traduce en: “Macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) cuyas porciones y frecuencia de consumo dependerá de cada paso particular”. Por ello, insiste en lo recomendable que es contar con un plan elaborado por un especialista y adecuado a las necesidades de cada persona, especialmente si existen diversas patologías.
¿Cómo llegar a un peso saludable y mantenerlo?
Es una pregunta que me llega al consultorio a través de las diferentes personas, y digo personas porque se encuentran activas en una búsqueda por sentirse mejor con ellas mismas en todo sentido, lo que es posible de lograr a través de un plan alimentario integral. Es decir, teniendo en cuenta las emociones, lo físico, fisiológico y lo mental; variables que son consideradas por la Medicina Ayurveda.
El Ayurveda es un sistema holístico de medicina que significa Ciencia de la Vida. El Ayurveda concibe la salud y la enfermedad en términos integrales, tomando en consideración la relación entre las emociones y el estado de salud físico de las personas; equilibrando adecuadamente las energías del cuerpo reduciendo los procesos de deterioro y las enfermedades.*
El organismo es un sistema integrado, por lo cual, todo lo que sucede en el organismo repercute en las emociones y viceversa. Por ejemplo, una situación laboral estresante repercute en el cuerpo físico y, dependiendo del tipo de alimentos que la persona consuma, va a poder sobrellevar mejor esa situación.
Considera que todas las personas tienen tres tipos de humores, los cuales son VATA, PITTA y KAPHA. Este tipo de constitución se diagnostica en la consulta nutricional o a través de un profesional de la salud que esté capacitado para ello.
VATA está relacionado con el aire, el éter y de allí las cualidades que se asocian al mismo, KAPHA está relacionado con el agua y la tierra y PITTA con el fuego. Cuando se determina el diagnóstico y el dosha, se indica una adecuada selección de alimentos para lograr el equilibrio tanto físico como emocional y mental, conjuntamente con ejemplos de menús para su consumo.
El Ayurveda es una medicina complementaria, no alternativa, de modo que complementa todo tipo de tratamientos que la persona esté realizando; tampoco es excluyente el consumo de carnes, considerándose completa en términos nutricionales.
En este sentido, existen alimentos más convenientes de consumir para un tipo constitucional que para otro. Por ejemplo: para las personas con constitución Pitta, se recomienda no consumir alimentos cárnicos, ni estimulantes (como café, té, chocolates, mostaza, condimentos picantes) de forma frecuente porque exacerbaría este Dosha. Lo mismo ocurre con el tipo Kapha y Vata, para los que existen ciertos alimentos que equilibran como otros que desequilibran.
De manera que la persona que decide realizar un plan nutricional en este sentido, descubre que se siente mucho más vital, alegre. Aquellos que necesiten bajar de peso, no les cuesta y refieren que no lo toman como una obligación porque justamente no se habla de dieta sino de un estilo de vida y además no se quedan con hambre.
Los alimentos son los que existen en Argentina, los menús son fáciles de preparar y lo más importante: la persona siente que puede compartir su mesa con el grupo familiar como también en reuniones de amigos y de negocios.
Desde ya, como con todo Plan de Alimentación, se sugiere realizar una actividad física en lo posible, tan sólo con caminatas de treinta minutos tres veces por semana para mantener la tonicidad muscular, aumentar el metabolismo y liberar endorfinas que producen sensación de bienestar.
(*) Fuente: Ayurveda - La Ciencia de curarse uno mismo, Dr. Vasant Lad, Ediciones Continente - Pax